¿Qué harías si un día en un camino de tierra, a saber que clase de perversión estarías cometiendo, te encuentras de frente con uno de esos seres que tanto le gustan a Iker Jiménez? Aquí os dejo una pista.
Los aliens estarán realmente acostumbrados a ver cosas que se mueven como locas tratando de huir de ellos. Es muy probable que hayan capturado un pez o un pajarito para ver como pegaban botes como idiotas mientras se morían. Saben perfectamente que esto es lo que hacen los organismos que carencen de auto-consciencia. Quedarse quieto es lo primero que necesitas hacer para demostrarles que valemos nuestro peso en hierba.
Además, bastan una simples estadísticas para averiguar por qué no es una buena idea dejarse llevar por el pánico. Entre el ritmo increiblemente acelerado al que avanza la tecnología, y la ingente cantidad de tiempo que ha de transcurrir para que surja una civilización capaz de viajar a través del espacio interestelar, las probabilidades de que nuestras tecnologías difieran en apenas 5.000 años son casi absolutamente nulas. Piensa en ello de esta forma: no va a ser en plan “láseres contra metralletas”, más bien será en plan “armas nucleares contra esponjas”. El mero hecho de que tu sigas vivo implica que van a permitirnos seguir existiendo. Luchar contra ellos al estilo Matrix es algo que simplemente no va a suceder. Relájate y ten esto en cuenta.
No te dejes llevar por el pánico cuando los veas. Van a tener una pinta rara, si es que tienen cuerpos físicos… que todo puede ser. Probablemente no se parezcan a nada que haya evolucionado alguna vez sobre la Tierra. Quédate quieto, se pausado y reacciona cautelosamente.
Visto en Pharyngula (ingés)
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